La entrevista de trabajo en una fábrica de guayaberas: ¿Cómo convencer al jefe con estilo?
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Carlos llegó a la fábrica “Guayaberas del Sol” a las nueve de la mañana. Era un día muy caluroso en Mérida, Yucatán. Carlos estaba nervioso porque la entrevista de trabajo era muy importante para él. Entró en una oficina pequeña y un hombre serio lo esperaba.

“Buenos días. Soy el señor Morales”, dijo el hombre. “Tome asiento”.

Carlos se sentó. Llevaba una guayabera blanca, muy elegante pero un poco vieja.

La entrevista comenzó. El señor Morales hizo muchas preguntas. “¿Por qué quieres trabajar aquí?”, “¿Tienes experiencia con ropa?”. Carlos respondió a todas las preguntas, pero sentía que sus respuestas no eran muy buenas. El señor Morales no sonreía.

De repente, el señor Morales miró la camisa de Carlos. “Esa guayabera es antigua, ¿verdad?”, preguntó.

Carlos se sorprendió. “Sí, señor. Esta guayabera era de mi abuelo. Él la compró en esta misma fábrica hace treinta años”, explicó Carlos con pasión. “Mi abuelo siempre decía que las mejores guayaberas tienen cuatro bolsillos, dos arriba y dos abajo, para guardar las cosas importantes de la vida”.

Carlos mostró los detalles de la camisa. Mostró el bordado especial cerca de los bolsillos. Su voz era diferente ahora, llena de emoción.

Por primera vez, el señor Morales sonrió. Vio la pasión en los ojos de Carlos. No era solo un trabajo para él; era una tradición familiar.

“Entiendes el espíritu de la guayabera”, dijo el señor Morales. “El trabajo es tuyo. Empiezas el lunes”.

Carlos salió de la oficina muy feliz. Su abuelo y su vieja guayabera le dieron el trabajo de sus sueños.