¿Puede un robot aprender a cortar jamón ibérico tan bien como un maestro cortador de Salamanca?
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En la bonita ciudad de Salamanca, vive un hombre llamado Javier. Javier es un maestro cortador de jamón. Su trabajo es cortar jamón ibérico, el jamón más famoso de España. Él ama su trabajo porque es un arte. Javier usa un cuchillo muy largo y fino. Corta el jamón en lonchas muy delgadas.

Un día, una empresa de tecnología llegó a la ciudad. Presentaron un nuevo robot: el “RoboJamón 5000”. El robot era grande y metálico. La empresa dijo que el robot podía cortar jamón mejor que cualquier persona.

Organizaron una competición en la Plaza Mayor de Salamanca. Mucha gente fue a ver el evento. Por un lado, estaba Javier, con su cuchillo y su jamón. Por el otro lado, estaba el RoboJamón 5000.

La competición empezó. El robot fue muy rápido. Sus movimientos eran perfectos y precisos. En pocos minutos, cortó un plato entero. Las lonchas eran todas iguales.

Entonces, fue el turno de Javier. Él miró el jamón con atención. Tocó la superficie. Empezó a cortar lentamente, con pasión. Cada loncha era un poco diferente, pero muy fina y bonita. Javier no solo cortaba, él sentía el jamón.

Al final, la gente probó el jamón de los dos platos. El jamón del robot era bueno, pero el jamón de Javier era especial. Tenía un sabor increíble. Una mujer mayor dijo: "La máquina tiene precisión, pero Javier tiene corazón. Y el jamón sabe mejor con corazón".

Javier sonrió. Él sabía que la tradición y la pasión humana son ingredientes muy importantes.