¿Quién inventó el 'tinto de verano'? La rivalidad secreta de dos cafés en Córdoba
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En Córdoba, Andalucía, los veranos son muy calientes. El sol es muy fuerte y la gente busca lugares frescos para descansar. En los años 20, había dos cafés populares en el centro de la ciudad, uno frente al otro.

El primer café era la "Venta de Vargas". El dueño se llamaba Antonio. Antonio era un hombre creativo y siempre pensaba en sus clientes. Un día de mucho calor, Antonio tuvo una idea. Sus clientes pedían vino tinto, pero con el calor era una bebida muy pesada. Antonio decidió mezclar el vino tinto con gaseosa de limón fría. Añadió también un poco de hielo.

La nueva bebida era refrescante y deliciosa. Los clientes estaban muy contentos. Pronto, todos en la Venta de Vargas pedían "un Vargas", el nombre que Antonio le dio a su bebida.

Frente a la Venta de Vargas estaba el "Café de Emilio". Emilio, el dueño, vio el éxito de Antonio. Vio que mucha gente entraba en el café de su rival. Emilio estaba un poco celoso. Intentó hacer una bebida similar, pero usó diferentes ingredientes y no fue tan popular.

La bebida de Antonio se hizo famosa en toda Córdoba. Con el tiempo, la gente de otras ciudades empezó a prepararla. Ya no la llamaban "el Vargas", sino "tinto de verano", porque era la bebida perfecta para el calor del verano. Y así, gracias a la idea de un dueño de café en un día caluroso, nació una de las bebidas más queridas de España.