El Origen del Chocolate: Un Regalo de los Dioses Aztecas
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Hace mucho tiempo, en el antiguo México, vivía un pueblo muy importante: los aztecas. Para los aztecas, el cacao era muy especial. Era un regalo de sus dioses.

La leyenda dice que el dios Quetzalcóatl bajó del cielo y dio el árbol de cacao a los hombres. Quetzalcóatl era el dios de la sabiduría y era muy bueno. Él quería que los hombres fueran fuertes e inteligentes. Por eso, les enseñó a cultivar el cacao.

Los aztecas no comían chocolate en barras como nosotros hoy. Ellos usaban las semillas de cacao para preparar una bebida. La bebida se llamaba “xocolātl”. Esta palabra significa “agua amarga”. La bebida era amarga, no dulce, porque no usaban azúcar. A veces, mezclaban el cacao con chiles y especias para darle más sabor.

Solo las personas importantes, como los nobles y los guerreros, bebían xocolātl. Era una bebida de lujo y también la usaban en ceremonias religiosas. Las semillas de cacao eran tan valiosas que los aztecas las usaban como dinero. Con las semillas, podían comprar comida, ropa y otras cosas.

Cuando los españoles llegaron a México, probaron el xocolātl. Al principio, no les gustó mucho porque era muy amargo. Pero después, llevaron el cacao a España. Allí, empezaron a mezclarlo con azúcar y canela. Así nació el chocolate dulce que conocemos y amamos en todo el mundo. La próxima vez que comas un chocolate, recuerda su origen especial y el regalo del dios Quetzalcóatl.