¿Por qué el fantasma de un conquistador solo come pupusas en un restaurante de El Salvador?
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En un pequeño pueblo de El Salvador, hay un restaurante famoso. Se llama "La Pupusa Dorada". El restaurante es muy popular por sus deliciosas pupusas, pero también por una leyenda extraña. La gente dice que el fantasma de un conquistador español visita el lugar.

La dueña del restaurante se llama Sofía. Ella es una mujer amable y trabaja mucho. Una noche, Sofía estaba muy cansada y cerró el restaurante más tarde que de costumbre. Mientras limpiaba la cocina, escuchó un ruido en el comedor.

Sofía caminó lentamente hacia el comedor. Vio a un hombre alto con ropa muy antigua. Era un fantasma. El hombre miraba el menú con una expresión triste.

"¿Quién es usted?", preguntó Sofía con un poco de miedo.

"Soy Don Ramiro de Aguilar", respondió el fantasma. "Fui un conquistador. En mi vida, yo comí comidas aburridas. Siempre pan seco y carne dura. Ahora, mi espíritu no tiene paz".

"¿Y por qué está en mi restaurante?", preguntó Sofía, ahora más curiosa que asustada.

"Escuché que aquí está la mejor comida de El Salvador. Yo quiero probar una pupusa", dijo el fantasma con esperanza.

Sofía sonrió. Fue a la cocina y preparó dos pupusas calientes, una de queso con loroco y otra de frijoles con queso. Puso el plato en una mesa. Don Ramiro se sentó y miró el plato. No podía comer, claro, porque era un fantasma. Pero olió el vapor caliente y su espíritu pareció feliz.

"¡Qué olor tan delicioso! Es mucho mejor que mi pan seco", dijo. Su figura transparente brilló un poco y después desapareció.

Ahora, todas las noches, Sofía deja dos pupusas en una mesa. Y todas las mañanas, el plato está vacío. El fantasma de Don Ramiro finalmente encontró algo que le gusta más que el oro: el sabor de una buena pupusa salvadoreña.