¿Quién le enseñó a tejer al pueblo de Otavalo? La leyenda de la araña y el arcoíris.
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Hace mucho tiempo, en las montañas de Otavalo, en Ecuador, vivía un pueblo. La gente de este pueblo tenía mucho frío, especialmente durante las noches. Ellos veían a los animales, como las alpacas, y querían tener algo para protegerse del frío como ellas.

Un joven del pueblo, llamado Kuri, era muy observador. Él quería ayudar a su comunidad. Una mañana, después de una noche de lluvia, Kuri caminó por el campo. De repente, vio algo increíble. En una planta, había una telaraña grande y perfecta. El sol brillaba sobre la telaraña y tenía todos los colores del arcoíris.

En el centro de la telaraña, una pequeña araña trabajaba. Kuri observó a la araña por muchas horas. Él vio cómo movía sus patas con rapidez y precisión. La araña creaba diseños hermosos y fuertes. Kuri entendió que la araña era una maestra.

En ese momento, un arcoíris real apareció en el cielo. Tenía los mismos colores que la telaraña: rojo, amarillo, azul y verde. Kuri tuvo una idea fantástica.

Regresó a su pueblo y habló con la gente. Tomó lana de las alpacas y usó plantas y flores para crear tintes de muchos colores, como el arcoíris. Después, empezó a tejer. Imitó los movimientos de la araña para crear telas.

Kuri enseñó a todos en su pueblo. Pronto, la gente de Otavalo aprendió a hacer ponchos, mantas y ropa de colores vibrantes. Sus textiles eran hermosos y muy cálidos. Gracias a la araña y al arcoíris, nunca más pasaron frío. Hoy, los textiles de Otavalo son famosos en todo el mundo por sus colores y diseños especiales.