¿Puede un partido de pelota purépecha resolver la rivalidad entre dos pueblos en Michoacán?
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En la región de Michoacán, en México, hay dos pueblos: San Lucas y Santa Cruz. Los dos pueblos están cerca del famoso lago de Pátzcuaro. Entre ellos existe una vieja rivalidad. ¿Quién tiene los mejores pescadores? ¿Quién cocina las mejores carnitas? Siempre discuten por algo.

Un día, los líderes de los pueblos tuvieron una idea. "Vamos a resolver nuestra rivalidad con un juego", dijo el líder de San Lucas. "Un partido de pelota purépecha". La pelota purépecha, o *Uárhukua* en el idioma local, es un deporte antiguo muy especial. Se juega con palos de madera y una pelota que a veces está en llamas.

El día del partido llegó. El ambiente era eléctrico. Mateo era el mejor jugador de San Lucas. Diego era la estrella de Santa Cruz. El partido comenzó. Los jugadores corrían rápido y golpeaban la pelota con fuerza. La pelota de fuego era una luz brillante en la noche.

El marcador estaba empatado, 3 a 3. Solo quedaba un minuto. Diego tenía la pelota y corrió hacia la meta. Estaba muy cerca de anotar. De repente, Mateo se cayó y gritó de dolor. Su tobillo estaba lastimado.

Diego vio a Mateo en el suelo. Paró de correr. En lugar de anotar el punto final, fue a ayudar a su rival. Le dio la mano a Mateo para ayudarlo a levantarse.

El tiempo terminó y el partido fue un empate. Pero a nadie le importó el resultado. La gente de San Lucas y Santa Cruz aplaudió a los dos jugadores. Esa noche, la rivalidad no terminó, pero cambió. Se convirtió en una competencia de amigos. El antiguo juego no los separó, los unió.