El misterio de la pelota perdida: Un día de frontón en el País Vasco
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Mikel y Unai son amigos y viven en el País Vasco. Hoy es un día de sol. Ellos están en el frontón para jugar a la pelota vasca. El frontón es una pared muy grande y gris.

Unai tiene la pelota. Es una pelota dura y pequeña. —¿Listo, Mikel? —pregunta Unai. —¡Sí, listo! —responde Mikel.

Unai lanza la pelota contra la pared. ¡Pum! Mikel corre y golpea la pelota con la mano. La pelota va muy rápido. ¡Muy, muy rápido! De repente, la pelota desaparece.

¿Dónde está la pelota? —pregunta Mikel. —No sé —dice Unai—. Vamos a buscar.

Mikel y Unai buscan la pelota. Miran en el suelo. Miran detrás de un banco. Nada. La pelota no está.

De pronto, escuchan un ruido. ¡Guau, guau! Un perro pequeño sale de un arbusto. El perro tiene la pelota en la boca. El perro corre hacia los chicos y deja la pelota.

Mikel ríe. Unai ríe también. ¡El misterio de la pelota perdida tiene un final feliz! Ahora tienen un nuevo amigo.